19 Entonces te complacerán los sacrificios de Equidad, las ofrendas quemadas y otra vez sobre tu altar se ofrecerán becerros.No temerás los terrores de la Perplejidad, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a pleno sol.El salmista se siente acosado por sus enemigos y pide a Todopoderoso